Este bellísimo crucificado de tamaño natural, que representa a Cristo muerto en la cruz, fue adquirido por la Cofradía, el 14 de febrero de 1970, a la casa de Imaginería Religiosa Serquella, empresa ubicada en la localidad gerundense de Olot. La Cofradía había contactado con D. Manuel Serquella meses antes, en 1969, para llevar a efecto la adquisición. La tradición de los talleres olotenses en la realización de imágenes sacras es extensísima y se remonta al siglo XIX.
Por esos años, la imagen titular de la Cofradía, el Santísimo Cristo del Humilladero, no se encontraba en un buen estado de conservación, lo que impedía que desfilara procesionalmente el Jueves Santo. El coste de la restauración del titular tardogótico era tan elevado que la Hermandad no podía hacer frente al gasto dados sus escasos fondos, y resultaba más económico adquirir una nueva imagen que restaurar la antiquísima del Cristo del Humilladero.
La obra fue adquirida por un importe de 11 206 pesetas de 1970, que se pagaron en cuatro plazos: 3000 pesetas los días 14 de marzo, 14 de abril y 14 de mayo y 2206 pesetas el 14 de junio. La Agencia BOJ fue la encargada de trasladar la imagen a Cáceres en dos paquetes. El Vicario General de la Diócesis de Coria-Cáceres, D. José Martínez Valero, bendijo la imagen el 21 de marzo en la iglesia del Buen Pastor.
En un primer momento la imagen sustituyó al titular e histórico Cristo del Humilladero con la misma advocación. En posición vertical desfiló durante veintidós años, hasta 1991 incluido. La imagen titular fue restaurada por Dña. Gracia Sánchez-Herrero Rosado, Dña. Ángeles Penis Rentero y Dña. Fátima Gibello Bravo y salió de nuevo en procesión el Jueves Santo de 1992. Debido a sus dimensiones (considerablemente mayores que las del Cristo del Humilladero), la salida de la procesión se trasladó a la iglesia del Buen Pastor por ser la puerta de este templo mayor que la del Espíritu Santo.
Aunque hubo antecedentes en 1961 y 1966, fue también en 1970 cuando se celebró el primer Besapié al Cristo del Humilladero en Cuaresma, y desde ese momento ha tenido lugar anualmente, aunque los primeros veintidós años se hacía a la actual imagen el Cristo de la Preciosa Sangre; entonces, Cristo del Humilladero.
La Junta General de la Cofradía propuso en su sesión del 2 de abril de 1992 que la imagen de Olot no se abandonara y que se incluyera en el viacrucis que la Hermandad realizaba el Lunes Santo, lo cual no pudo llevarse a efecto. Aunque dejó de salir en procesión y no se le realizaban cultos específicos, no decayeron sus fieles.
En 1999 la Cofradía decide organizar otro desfile procesional: un viacrucis el Miércoles Santo. Este viacrucis se trasladó al Sábado de Pasión en 2023. En posición de descendimiento, la imagen adquirida en Cataluña desfiló en ese día ya bajo la nueva advocación de Santísimo Cristo de la Preciosa Sangre. La elección de este nuevo título se debe al interés de varios hermanos que, liderados por D. Vicente López Antequera, quisieron rendir tributo a la Congregación de los Misioneros de la Preciosa Sangre, asentados en Cáceres. A partir de 2024, al cumplirse el vigesimoquinto aniversario del citado viacrucis, la imagen volvió a desfilar en posición vertical.
La empresa Foro de Cáceres intervino en ella en 2005 para restaurarla. Cuatro años más tarde estrenó unas nuevas potencias en metal dorado que llevan repujado sendos crucifijos en cada una de las tres. Estas potencias vinieron a sustituir a las que, en latón dorado, conformaban una sola pieza. Además, de 2009 a 2022 se celebró un traslado procesional con esta imagen, el Viernes de Dolores, desde su lugar de culto hasta el de salida de su procesión: el templo del Buen Pastor.
La imagen participó en el Viacrucis de la Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres del año 2019. Durante el año 2022, debido a las obras de restauración de la iglesia parroquial del Espíritu Santo, la imagen recibió culto a los pies de la iglesia del Buen Pastor, en el lado del Evangelio.
Su lugar habitual de culto está a los pies de la iglesia del Espíritu Santo, en el muro del Evangelio, ante un dosel en terciopelo granate y con el anagrama INRI bordado en oro, confeccionado por D. Florentino Merchán García.
En 2020 la imagen cumplió su cincuentenario y la Cofradía organizó, el 16 de febrero, una Solemne Eucaristía Extraordinaria en su honor, seguida de un Besapié.