Esta escultura de bulto redondo es la primera versión barroca de un Jesús atado a la columna con columna baja realizada en Sevilla. El 22 de junio de 1655 el cacereño D. Francisco Carrasco firmó un contrato con D. José de Arce por el que este se comprometía, en el plazo de tres meses, a entregar la imagen policromada y en un cajón para transportarla a Cáceres, importando 133 pesos de plata de a ocho reales cada uno.
La figura de Cristo está de pie y gira ligeramente el torso debido a que tiene las manos atadas en la parte superior de la columna. Arce concibió la columna como un gran balaustre, como habitualmente se interpretaba la columna de la basílica de Santa Práxedes, pues la base de forma ancha original impedía la colocación de Jesús en actitud erguida, obligándole a una postura forzada y excesivamente doblada.
La columna tiene una base cuadrangular y, sobre ella, se yergue el resto de la pieza con formas redondeadas, que culmina también en una pieza cuadrangular, sobre la cual, antes de que se aten las manos de Cristo, aparece una argolla.
En la talla, para contrarrestar la torsión y mantener el equilibro de la figura, Arce coloca los pies en posición perpendicular, el izquierdo delante y el otro detrás doblado, solución compositiva que había utilizado a finales del siglo XVI el grabador Hieronymus Wierix (1553-1619) en la lámina Flagellatur Christus de la Evangelicae Historiae Imagenes (1593) del jesuita D. Jerónimo Nadal, aunque en dicha lámina la escena aún conserva la columna alta, típica del Renacimiento.
El escultor ha tallado un voluminoso sudario que se anuda de forma original e inusual porque envuelve la cadera (sosteniéndose en un cordón que rodea la cintura) y sale un extremo hacia detrás por medio de las piernas. La escultura de volumen corpóreo refleja el concepto de monumentalidad propio de Arce. Aunque concibió la anatomía de sus figuras con potencia y las cabezas con gran rotundidez a través del cabello peinado con amplios mechones, sin embargó no enfatizó los elementos cruentos de la huella del castigo tallando las llagas, sino que modeló el cuerpo con formas blandas y sinuosas recordando el tratamiento técnico de la escultura clásica del Torso de Belvedere, esculpida por Apolonio de Atenas en el siglo I a. C.
Rasgos del estilo de Arce que se aprecian en la imagen son las formas blandas, la ausencia de patetismo, la complexión fuerte de la figura de Cristo, su musculatura desarrollada, el pelo voluminoso y un tipo de barba ni rayada ni peinada, sino también voluminosa. La barba, sin embargo, fue toscamente retallada en fecha ignota, haciendo desaparecer este importante rasgo original del escultor.
La imagen mira hacia las manos atadas con los ojos entreabiertos, mostrándonos una actitud reflexiva y un gesto de sumisión ante el momento del castigo. Presenta la mano izquierda boca abajo y sobre la columna y la mano derecha boca arriba y sobre la anterior.
Una peana que tiene tallado un suelo que imita piedras sirve para anclar toda la obra.
La escultura se yergue sobre una peana octogonal con asas realizada en madera de pino y policromada en color caoba, confeccionada por D. Venancio Rubio Solana en 1995.
El 27 de enero de 1656 el padre del alférez D. Francisco Carrasco, el zapatero D. Benito Martín Carrasco, dona la imagen (intitulada Santo Cristo Atado a la Columna), en su nombre, a la cacereña Cofradía de la Vera Cruz en un acto que tuvo lugar en la ermita de San Benito (que se situó en el mismo lugar que ocupa la actual ermita de la Paz). La escultura estaba destinada al altar de Santa Elena que existía en la capilla de San Diego del monasterio de San Francisco el Real. Desde entonces abrió el desfile de la mencionada Cofradía, aunque en algunas ocasiones ocupó el lugar situado entre los pasos de la Oración en el Huerto y de la Virgen del Buen Fin. En el siglo XVIII se le incorporaron unas potencias de plata y entre 1775 y 1777 al Santo Cristo Atado a la Columna se le incorporan unos fariseos realizados en Trujillo (Cáceres), además de un cordón de plata. La imagen fue restaurada entre 1784 y 1787.
El 11 de octubre de 1835 se publicó un real decreto que ordenaba la supresión de la práctica totalidad de los monasterios y conventos del país, entre los que se incluía el cacereño de San Francisco el Real; era el proceso de la desamortización de D. Juan Álvarez Mendizábal. El 24 de febrero de 1838 la Contaduría y Comisión Principal de Arbitrios de la Provincia de Cáceres listó los muebles, enseres y demás efectos recogidos del monasterio de San Francisco el Real, entre los que se incluían «la Efigie de S. Francisco, otra del Señor amarrado á la Columna, y otra de nuestro Señor en el Huerto: se hallan en el convento de religiosas de santa Clara de esta villa» (Boletín Oficial de Cáceres, 3 de marzo de 1838, núm. 27, pág. 114).
La talla de Arce, por lo tanto, estuvo temporalmente en el convento de Santa Clara (quizás durante dos años). La Cofradía de la Vera Cruz pidió al Párroco de San Mateo que le concediera altares en la iglesia parroquial para el Santo Cristo Atado a la Columna y para el Señor en el Huerto (conocido popularmente como Señor de los Naranjos). Habiendo accedido el Párroco a la petición, el Santo Cristo Atado a la Columna recibió inicialmente culto en una ménsula junto a la Virgen de la Salud o Virgen de las Candelas, aunque más tarde fue trasladado al altar del Cristo de la Encina.
En 1913, Dña. María Justa de Carvajal y López-Montenegro, VIII Condesa de los Corbos y posterior VI Marquesa de Camarena la Real, regala a la Cofradía de la Vera Cruz el paso de la Flagelación. La imagen de D. José de Arce no fue bien tratada y terminó abandonada en el piso superior de la antigua casa del ermitaño, anexa a la entonces ermita del Espíritu Santo. En ese lugar permaneció durante años, en un estado de conservación lamentable y habiéndosele causado irreparables daños. Perdió algunos dedos de las manos y parte del cabello, además de grietas muy profundas y de pérdidas de policromía. En fecha desconocida fue recortada la barba que talló Arce (que debió de ser ampulosa, como era propia de su estilo) y sustituida por una plana y con torpes golpes de gubia. Además de estas actuaciones, la policromía original ha sido muy dañada. A mediados del siglo XX regresó temporalmente a la iglesia parroquial de San Mateo, ello durante las obras de rehabilitación de la entonces ermita del Espíritu Santo. De vuelta al Espíritu Santo, volvió a colocarse en dicho lugar hasta que fue recuperada por la Cofradía.
En 1990 hubo un intento por parte de la Cofradía por procesionar la imagen y así poder cumplir el fin para el que se donó en el siglo XVII, pero no fructificó. Felizmente, en 1995, las cofradías del Cristo del Humilladero y de la Vera Cruz (propietaria de la imagen) acuerdan que la primera pueda procesionar al ahora llamado Señor de la Columna en la noche del Jueves Santo, y en ese año fue restaurada por D. Venancio Rubio Solana, que también talló unas primeras potencias de madera para la imagen. Aunque ya formaba parte de la procesión, se celebró un acto de bendición y coronación de la talla el 16 de marzo de 1997, cuando recibió unas nuevas potencias de plata procedentes de la fábrica de D. Lorenzo Llanos Bernal (Cáceres). Más tarde, en 2001, la Cofradía compró unas potencias doradas a Orfebrería Andaluza (Sevilla). La imagen es nuevamente restaurada en 2004 por Foro de Cáceres y en 2024 por D. Juan Alberto Filter Peinado y Dña. Isabel Rabadán del Saz.
El 1 de marzo de 2008 nuestra Cofradía firmó un acuerdo con la de la Vera Cruz por el que esta nos cedía la imagen durante veinticinco años, hasta el Jueves Santo de 2033 incluido. El acuerdo es renovable con, al menos, un año de antelación. Al acto asistieron todas las cofradías de la ciudad, que rubricaron el documento como testimonio histórico de su existencia.
En 2014 la Cofradía adquirió en Granada un Romano tallado en 1988 por D. José Ovando Merino, que acompañó al Señor de la Columna en su paso procesional desde el año siguiente y hasta 2022.
En 2019 estrenó un nuevo cíngulo en hilo de oro y con borlas en las que se observa la columna de la Flagelación.
Durante el año 2022, debido a las obras de restauración de la iglesia parroquial del Espíritu Santo, la imagen recibió culto en el lado del Evangelio de la iglesia del Buen Pastor.
La imagen participó en las Procesiones Magnas de 2005, 2010 y 2015, estando también previsto su desfile en la edición de 2000, que se suspendió por las inclemencias meteorológicas.
Su lugar habitual de culto está en un pequeño altar en el lado del Evangelio de la iglesia parroquial del Espíritu Santo ante un dosel en terciopelo granate con el escudo de la Cofradía, confeccionado por el Taller de Bordados de la Franciscana Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y María Santísima de Nazaret de Mérida (Badajoz) en 2001.
En cuanto a los cultos específicos y regulares al Señor de la Columna destacan el Solemne Culto y el posterior Besacordón a la imagen, celebrados anualmente desde 2017 en el mes de enero, en torno a la festividad de San Juan Bosco.