La descripción de la iglesia parroquial
La antigua ermita del Espíritu Santo de Cáceres, situada en la Vía de la Plata (por tanto, en el Camino de Santiago) y a escasos metros del monasterio de San Francisco el Real, ha suscitado varias controversias, en relación con su origen, entre distintos investigadores. Así, unos creen que la iglesia fue utilizada por los caballeros de la Orden del Temple, los Templarios; otros afirman, sin embargo, que se trató de una mezquita; mientras que los últimos consideran que fue una sinagoga. No obstante, Callejo define el Espíritu Santo como «el más antiguo edificio religioso de Cáceres» (Carlos Callejo Serrano, Cáceres monumental, Madrid, Plus Ultra, 1980, pág. 81).
Se construyó esta ermita a finales del siglo XIII o principios del XIV. Uno de los primeros testimonios escritos sobre esta iglesia se remonta al testamento de Garci Blázquez (nieto de Juan Blázquez de Cáceres, uno de los conquistadores de la ciudad, junto al rey Alfonso IX de León, el 23 de abril de 1229), fechado el 19 de marzo de 1342, donde se lee: «et mando a santi espiritus e a sant pedro hermitas que estan cerca de aquí de la villa cinco maravedis a cada una dellas para aseyte».
El edificio está hecho de mampostería y ladrillo, como corresponde a una construcción gótico-mudéjar. La iglesia del Espíritu Santo es una de las manifestaciones más importantes del arte mudéjar en Extremadura. Como curiosidad cabe decir que su arquería fue el proyecto de construcción del XI Concurso de Albañilería «Cáceres Patrimonio de la Humanidad», organizado por el Excmo. Ayuntamiento de Cáceres y celebrado el 14 de mayo de 2016.
El interior está dividido en tres naves por seis arcos apuntados de ladrillo, siendo los tres centrales, de herradura, más elevados que el resto. Estos arcos también dividen las naves transversalmente en tres tramos.
Otro gran arco apuntado de mampostería, cuya clave se eleva 7,85 metros desde el suelo, da acceso al presbiterio —con bóveda de crucería—, de mayor altura y construcción posterior al resto del templo.
La clave de la bóveda tiene labrada la paloma del Espíritu Santo timbrada con una corona real y es el punto interior más elevado del templo: 7,90 metros desde el segundo escalón de las gradas que dan acceso al presbiterio, lugar en el que forma su plano perpendicular. El presbiterio, de mampostería, fue pintado de blanco en los años noventa del siglo XX (al igual que otras zonas del templo), ocultando una inscripción situada sobre la ventana del lado del Evangelio que reza: «SEIZO ESTA CAPILLA ANO DE MILDXIII SIENDO MALLORDOMO FERNAND PONCE RACERO», lo que demuestra que la Cofradía se encargó de hacer una reforma y que ya estaba incardinada en ese lugar.
Frente a dicha inscripción, que fue recuperada por la Cofradía en 2013 (coincidiendo con el V centenario de su consagración), se abre una ventana con arco apuntado que pudo construirse bajo los auspicios de algún miembro de la nobleza o familia acomodada.
A los pies de las escaleras del altar se situó una lápida romana hasta los últimos años del siglo XVIII, cuando se trasladó a la casa de los Condes de Adanero. Actualmente, se encuentra en la fachada del palacio del Vizconde de Roda. La inscripción es la siguiente: «M. ACCIV | S · CRESCE | NS · AN · LX · | H · S · E · S · T · TL · | C · CVRRIV | S · PRIVATVS · | D · S · F · C ·», cuyas abreviaturas se corresponden con «MARCVS ACCIV | S · CRESCE | NS · ANNORUM · LX · | HIC · SITVS · EST · SIT · TIBI · TERRA LEVIS · | CAIVS · CVRRIV | S · PRIVATVS · | DE · SUO · FACINDVM · CURAVIT ·», es decir: «Marco Acio Crescente, de 60 años, aquí yace. Que la tierra te sea ligera. Cayo Curio Privado cuidó de hacerlo con sus bienes» (Enrique Cerrillo Martín de Cáceres, Claudio Constanzo y la epigrafía extremeña del siglo XIX, Madrid, Real Academia de la Historia, 2007, pág. 109).
Hasta finales del segundo tercio del siglo XX existió un retablo en madera con detalles dorados que albergó una escultura de San Isidro Labrador. Este santo inspiraba una procesión por el barrio y una romería en la explanada del templo hasta los últimos decenios de dicha centuria.
Bajo las losetas que componen el actual suelo se oculta un enlosado más antiguo, de barro.
En el lado de la Epístola se descubre la sacristía, con entrada de arco conopial, la cual da paso a una dependencia anexa de dos plantas; se trata de la secular casa del ermitaño, cuya fábrica ya estaba en pie en el siglo XVI.
La iglesia posee un pórtico externo con cubierta de madera en el lado de la Epístola, donde se abre el vano de entrada desde la segunda mitad del siglo XVII, pues anteriormente la puerta de entrada se situaba a los pies del templo, tal y como queda constancia por los restos del exterior. En ese atrio se reunía el Cabildo de la Cofradía.
El pórtico tiene cinco arcos apuntados que descansan sobre bloques de mampostería. Tienen unas rejas incorporadas en el siglo XX.
La construcción se asienta en una plaza y está rodeada de otras dependencias de la Parroquia. En esta plaza había unos olmos protegidos que fueron plantados en 1752 para dar sombra y cobijo a los peregrinos que visitaban iglesia en su peregrinación a Santiago. Hoy esos árboles están talados como consecuencia de la grafiosis. A escasos metros se yergue un crucero de granito sobre gradas, colocado en 1904 donde hubo uno anterior.
Las cubiertas, que originalmente debieron ser de mampostería, son artesonadas desde mediados del siglo XX, aunque durante el siglo XIX, cuando la iglesia hubo de restaurarse como consecuencia de las guerras, hubo unos cielos rasos.
Una pequeña espadaña se sitúa sobre la techumbre, con una campana de bronce de veintisiete centímetros de diámetro, veintidós centímetros de altura (sin el asa) y unos veinte kilogramos de peso, en la que constan las siguientes inscripciones: «Nª Sª DE CONSOLACION», en la cintura, y «SE HIZO SIENDO MAYORDOMO MICHAEL GVERA 1771», en el anillo sonoro. Por la documentación conservada, parece que fue el Mayordomo Miguel Alonso Guerra el que ordenó construir la campana durante su mandato (1763-1767), la cual sería terminada en el año labrado: 1771. Tanto la espadaña como el ábside son coronados por sendas cruces de forja.
Las reformas
A lo largo de su historia el templo ha sufrido varias restauraciones, de las que pueden destacarse las siguientes: en 1513 la ya mencionada (podría considerarse una ampliación) cuya inscripción está en la cabecera, en 1613 Diego García Maderuelo reformó el pórtico, entre 1886 y 1888 la Cofradía la restauró (sobre todo los techos) como consecuencia de la Guerra de la Independencia, en 1949 volvió nuevamente a restaurarse (con la autorización de la Dirección General de Bellas Artes del Gobierno central), en 1978 experimentó una nueva puesta a punto y en 2022 una amplia rehabilitación.
Además de estas grandes obras, desde su fundación la Cofradía estuvo al cuidado de su «santuario» (como se le denominaba en el período decimonónico), siendo algunas de sus adquisiciones y aderezos los siguientes: dos vigas para el tejado en 1576 por 2350 maravedís, una campanita en 1580 por 2 reales, tejas para cubrir el portal en 1583 por 18 reales y 2 cuartillos, desempedrar desde la iglesia hasta el portal en 1585 por 28 reales, varias obras en la iglesia en 1602 por 2414 maravedís, correr los tejados de la iglesia y de la casa del ermitaño en 1605 por 299 maravedís pagados a D. Pedro de la Peña, reformar las puertas de la casa del ermitaño en 1627 por 186 maravedís que se pagaron al carpintero D. Bartolomé Liaño, plantar olivos alrededor de la ermita en 1649 por 18 reales (actualmente sigue habiendo olivos delante del templo parroquial), restaurar los tejados en 1672 por 190 reales pagados a unos portugueses (según la documentación se hizo esta obra por el huracán que hubo el día de San Jerónimo (30 de septiembre) de 1672; pudo haber fuertes vientos si se tiene en cuenta que la Armada Real española, padeció, según se sabe, una fuerte tormenta ese día frente a los Algarves lusos), abrir una puerta en el portal de la iglesia en 1674 por 16 reales pagados al albañil Tomás Sevilla, una cruz para el altar mayor en 1685 por 3 reales, el friso de madera y hechura que se situó en 1727 en el altar mayor y que costó 60 maravedís, dos ventanas de madera para la iglesia en 1886 por 85 reales cada una (pagados a D. Ignacio Arjona, a quien ese mismo año se le pagaron 55 pesetas por un marcos para la puerta principal), etc.
Las épocas de guerra supusieron para la iglesia la transformación en hospital y su destrucción y expolio. Especialmente en las guerras napoleónicas de finales del XVIII y durante la Guerra de la Independencia la entonces ermita fue hospital para los heridos, trasladándose sus imágenes a San Mateo. En octubre de 1811 el general francés Jean-Baptiste Girard destrozó el templo y los documentos de la Cofradía y, más tarde, el general liberal español Juan Martín, El Empecinado, hizo lo mismo en 1823. La iglesia quedó maltrecha y sin imágenes.
Las imágenes
En cuanto a las imágenes que albergó el templo en época histórica, superiores en número a las actuales, pueden referirse las siguientes (Publio Hurtado, La parroquia de San Mateo de Cáceres y sus agregados, Cáceres, Tipografía La Minerva Cacereña, 1918):
– Santísimo Cristo del Espíritu Santo: Se trata de un crucificado anónimo del siglo XVI al que rindió culto nuestra Cofradía. La Guerra de la Independencia hizo que la imagen fuera traslada al domicilio de un particular, la viuda de D. Faustino Gómez. Pero cuando se refundó la Cofradía en 1833, el obispo de Coria, D. Ramón Montero, indicó en su auto de aprobación que la imagen fuera trasladada a la mayor brevedad posible desde este domicilio hasta la iglesia parroquial de San Mateo. Así, fue colocado en el altar de la sacristía. Más tarde ocupó su sitio en la Capilla de los Saavedra, conociéndose popularmente y desde ese momento como Capilla del Cristo de la Buena Muerte, pues la imagen fue adquiriendo esta nueva advocación. En 1913 la imagen se situó donde se encuentra actualmente: en el ático del retablo mayor de San Mateo.
– Nuestra Señora del Buen Suceso: Al menos desde comienzos del siglo XVI la Cofradía veneró a esta imagen, que tenía un ajuar importante (como el de Nuestra Señora de la Encarnación) y fue restaurada por 40 reales de vellón en 1771. Cuando la Cofradía se refundó como sacramental en el siglo XIX siguió rindiéndole culto y fue muy conocida por los cacereños.
– Nuestra Señora de la Encarnación: La Cofradía rendía culto a esta imagen mariana desde, al menos, el siglo XVII, que poseía todo un ajuar con varios mantos, vestidos y coronas. En 1767 la Hermandad adquirió, por ejemplo, tres vestidos y una corona. No debe confundirse con la actual talla de Nuestra Señora de la Encarnación.
– Padre Eterno: A quien se le compró una capa en 1730.
– Jesús Amarrado a la Columna: Se trata de una imagen del siglo XVIII muy similar a la que actualmente procesiona la Cofradía el Jueves Santo y que lleva la misma advocación. Según Hurtado, en el año 1800 fue trasladada a la ermita de Nuestra Señora de la Consolación (o de las Candelas) y a principios del siglo XX el cura de San Mateo la vendió a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del Casar de Cáceres, donde actualmente recibiría culto en una hornacina del interior de una capilla del lado del Evangelio, procesionando el Jueves Santo con la Cofradía de la Vera Cruz de esa localidad.
– Santa Bibiana: Se desconoce su origen, pero en el siglo XIX es llevada desde la ermita del Espíritu Santo hasta la iglesia de San Mateo y es colocada en la Capilla de los Saavedra (conocida como de Santa Catalina) para sustituir a una dolorosa que estaba en el retablo de esa capilla. Como se ha dicho más arriba, el Santísimo Cristo del Espíritu Santo ocupó ese mismo lugar en 1913, cuando Santa Bibiana fue llevada a la capilla del convento de las Hermanas Trinitarias.
– San Martín: Esta imagen era especialmente venerada por la Cofradía del Espíritu Santo desde, al menos, la segunda mitad del siglo XVI. Era una imagen que estaba situada en un altar y la Cofradía vestía con camisas, casullas de colores (como la amarilla que se vendió en 1619), capas (como la que se compró en 1712), báculos (como el que se compró por dos reales y medio en 1715) y otros aderezos (como la cruz adquirida en 1763). Por cinco reales de vellón fue restaurada la imagen y el báculo en 1774. Las ordenanzas de la Cofradía obligaban a dedicar una misa rezada cada 11 de noviembre a San Martín, obispo de Tours en el siglo IV.
– Cuadro de Santa Águeda: Restaurado por el pintor D. Juan Carrasco en 1649.
Como consecuencia de la desamortización de Mendizábal, el diario Crédito Público publicó, el 22 de junio de 1822, que «el solar de la hermita del Espíritu Santo, estramuros de dicha villa de Cáceres, del que solo existen las paredes y puertas sin tejados, que era de la cofradía del Espíritu Santo» se subastaba por 1530 reales de vellón. De esta documentación se extrae la siguiente información: la ermita, propiedad de la Cofradía, estaba en un estado de conservación deplorable (sin tejados) como consecuencia de las guerras.
Con la refundación de la Cofradía en 1833 se empezó a restaurar tímidamente el templo, con un gran avance en las dos últimas décadas de ese siglo.
Desaparecidas las imágenes anteriores por los conflictos bélicos, con la rehabilitación de la ermita del Espíritu Santo en el siglo XIX fueron trasladadas al templo las siguientes imágenes:
– Santísimo Cristo del Humilladero: Crucificado anónimo tardogótico de finales del siglo XV trasladado a mediados del XIX desde la ermita del Humilladero, derruida en 1903. Fue colocada, al principio, en un altar en el lado del Evangelio, pero desde el segundo tercio del siglo XX preside el templo desde el altar mayor.
– Santa Ana.
– Santa Rosa de Lima: Colocada en un altar del lado de la Epístola, donde actualmente se venera a Nuestra Señora de la Encarnación.
– Cuadro con el misterio de Pentecostés: Pintado por D. Andrés Valiente y colocado en el presbiterio.
La reconstrucción concluyó y la Cofradía cesó en sus actividades. Esto provocó que la ermita cayera en un nuevo abandono hasta que, a mediados del siglo XX, coincidiendo nuevamente con el renacer de la Hermandad, el templo se rehabilitase.
Salvo el Santísimo Cristo del Humilladero, que continúa hasta la actualidad, menos de una centuria estuvieron las imágenes anteriores en el templo. Posteriormente se han incorporado las siguientes:
– Señor de la Columna: Desde 1913 se halla en la iglesia del Espíritu Santo. Estuvo temporalmente en la iglesia parroquia de San Mateo y en el monasterio de San Francisco el Real, desde donde se trasladó a la casa del ermitaño del templo del Espíritu Santo. En 1995, la imagen, tallada por D. José de Arce en Sevilla en 1655, fue llevada a la nave principal de la iglesia y colocada en un altar del lado del Evangelio.
– Nuestra Señora de la Encarnación: Imagen de vestir tallada por D. Venancio Rubio Criado en 1960. Desde ese año y hasta 2018 mantuvo la advocación de Santísima Virgen María Corredentora. Recibe culto en un altar del lado de la Epístola. Esta imagen estuvo, durante algunos años, en el monasterio de San Francisco el Real. Cabe decir, como curiosidad, que el pedestal sobre el que se colocaba el exorno floral a esta imagen, de granito, es un escudo de los Becerra.
– Santísimo Cristo de la Preciosa Sangre: Es venerado, desde 1970, en un altar del paramento del lado del Evangelio, a los pies del templo.
– Inmaculada Concepción: Adquirida por los feligreses en la década de los años 1950 a El Arte Cristiano de Olot (Gerona). Está situada sobre una ménsula del presbiterio de la iglesia, a la derecha del Santísimo Cristo del Humilladero.
– Cuadro de Santa María de Guadalupe: En el presbiterio de la iglesia, a la izquierda del Santísimo Cristo del Humilladero.
– Cuadro del Bautismo de Cristo: En el baptisterio, situado frente al ambón.
La declaración de Bien de Interés Cultural
El 21 de enero de 1949 la ermita del Espíritu Santo fue declarada, junto con otras construcciones de la ciudad, Conjunto Monumental de Cáceres, quedando bajo la protección del Estado, según el decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado. En consecuencia, la iglesia del Espíritu Santo está declarada Bien de Interés Cultural en su categoría de Conjunto Histórico.
En los meses de noviembre y diciembre de 1950 se realizaron unas misiones populares en la ermita del Espíritu Santo, que fueron dirigidas por el jesuita D. Florentino Alcañiz García (1893-1981), misionero, las cuales supusieron un profundo espíritu de júbilo y renovación cristiana en el entorno de la incipiente demarcación parroquial.
La erección parroquial
El 10 de noviembre de 1958, el Obispo D. Manuel Llopis Ivorra decretó la erección parroquial de la antigua ermita del Espíritu Santo, disposición que entró en vigor el 1 de enero de 1959. El decreto episcopal, que erigía otras veinte parroquias en toda la Diócesis (cuatro de ellas en Cáceres: San Blas, Nuestra Señora del Rosario de Fátima, San Pedro de Alcántara y San José), decía sobre la del Espíritu Santo:
Titular: Parroquia del Espíritu Santo. (Barriada del Carneril).
Categoría: Ascenso.
Personal: Párroco y Coadjutor.
Población: 2500 almas aproximadamente.
Arciprestazgo: Cáceres.
Límites: Esta demarcación parroquial comprenderá el territorio creado por la línea que arrancando del punto centro de la vía de ferrocarril frente a la puerta principal de la Estación de Cáceres, sigue por su eje hasta encontrar la travesía de la carretera de Medellín, sigue el eje de esta carretera en dirección Este, hasta encontrar la carretera de la Ciudad Deportiva, desviándose para encontrar la carretera a la Residencia del Seguro Obligatorio de Enfermedad, cuyo edificio deja al Sur, prosiguiendo para desembocar en la Ronda de San Francisco, sigue por el eje de ésta hasta tomar la calleja que dá acceso a Fuente Fría, sigue por el Camino de Fuente Fría a empalmar con la carretera de la Montaña frente al Depósito Regulador del Agua, avanza por el eje de dicha carretera en dirección al Santuario de Nuestra Señora de la Montaña, que queda con todas sus dependencias, anejos y Ejido a la izquierda, hasta tocar el término municipal de Sierra de Fuentes, bordea dicho término municipal en dirección Sur hasta encontrar los límites que se han señalado a la parroquia de San Eugenio (Barrio-Moret), entra por la carretera de Mérida, cuyo eje sigue en dirección a Cáceres hasta encontrar el paso a nivel de esta carretera con el ferrocarril, toma el eje de la vía férrea en dirección a Cáceres hasta llegar al punto que sirvió de partida, frente a la puerta principal de la Estación.
Los límites anteriores se modificaron como consecuencia de las erecciones parroquiales de la Conversión de San Pablo Apóstol (Valdesalor, Cáceres) el 1 de julio de 1969 por el Prelado antedicho; de Nuestra Señora de Guadalupe (Cáceres) el 7 de junio de 1982 por el Obispo D. Jesús Domínguez Gómez, y de la Sagrada Familia (Cáceres) el 3 de marzo de 2005 por el Obispo D. Ciriaco Benavente Mateos.
La iglesia del Buen Pastor
D. Antonio Suárez Madruga fue el primer Párroco, nombrado el 23 de diciembre de 1958. D. Ángel Rodríguez Pérez fue nombrado Coadjutor el 19 de agosto de 1965.
El 13 de marzo de 1954 se fundó ante notario la Asociación Benéfico-Constructora «Virgen de Guadalupe», que fue presidida por el Obispo D. Manuel Llopis Ivorra. Desde ese momento han sido los Prelados de la Diócesis los que han presidido la entidad.
Dicha Asociación comenzó a construir viviendas sociales para las clases más desfavorecidas y algunos locales comerciales (todo organizado en dieciocho grupos) en el paraje conocido como «El Carneril», ello en terrenos municipales que el Excmo. Ayuntamiento de Cáceres fue cediendo a dicha Asociación gratuitamente y de forma periódica.
La primera piedra fue colocada el 10 de junio de 1955 por el Obispo, que procedió a su bendición, y en presencia de autoridades locales y provinciales y de la Junta del Patronato de la Asociación Benéfico-Constructora «Virgen de Guadalupe». La demarcación parroquial del Espíritu Santo fue abandonando el chabolismo a favor de viviendas dignas que, con el paso de los años, se fueron dotando de todos los servicios.
Próximas a la iglesia parroquial del Espíritu Santo se erigieron numerosas casas y bloques de viviendas, que se entregaron a las personas que, previa solicitud y valoración positiva, lo necesitaban.
El 11 de abril de 1964 la barriada fue bendecida por D. Antonio Riberi, Nuncio Apostólico del Papa San Pablo VI en España, creado cardenal tres años después. Al acto, que significó un gran día de alegría y júbilo para los vecinos, asistieron el Obispo D. Manuel Llopis Ivorra; D. Rafael Valencia Pastor, Canciller Secretario de Cámara y Gobierno de la Diócesis de Coria-Cáceres; autoridades civiles; seminaristas, y representantes de la sociedad cacereña.
En 1972 comenzó la construcción del último de los dieciocho grupos de viviendas. Antes de que hubiera denominación oficial de calles, las viviendas se organizaban en manzanas con numeración alfabética. Dos decenios después de su inicio esta Asociación había construido en la zona más de mil viviendas sociales y casi medio centenar de locales comerciales.
A los pocos años del comienzo de las edificaciones a este barrio periférico del sur de Cáceres, situado en el paraje de «El Carneril», otrora inhóspito y plagado de piedras, barrancos y tierra rojiza, se le empezó a conocer con el nombre de su promotor: barrio de Llopis Ivorra, denominación que conserva, actualmente, de forma oficial. Como muestra de perpetuo homenaje se situó, en la calle Colombia de este popular barrio, que lo atraviesa longitudinalmente, un busto de dicho prelado en granito con una cartela, también en granito, que reza: «A la memoria del Dr. Llopis Ivorra — Cáceres — 13·6·1987».
Para dotar al nuevo barrio de servicios religiosos se consagró un local comercial que se había terminado de construir en la calle Costa Rica. El 30 de enero de 1969 el Obispo D. Manuel Llopis Ivorra decretó la erección como «oratorio iglesia pública el local construido por la Asociación Benéfico-Constructora “Virgen de Guadalupe”, cedido en uso a Nuestra Diócesis», al que se intituló como iglesia del Buen Pastor, un espacio que se había terminado de construir meses antes. La nueva iglesia la regía el jesuita D. Gonzalo Alcocer Sánchez.
Desde su consagración preside el presbiterio una imagen de Jesús Crucificado; a su derecha se sitúa una Inmaculada Concepción sobre ménsula de granito, mientras que a la izquierda se han situado diferentes cuadros, siendo el último uno de El Buen Pastor, colocado en 2019, que vino a sustituir a otro del mismo título. En la nave del lado de la Epístola se encuentra una imagen de San José sobre un altar de madera tallada.
En el lado de la Epístola, por su parte, se encuentra el mismo cuadro de Santa María de Guadalupe que está en el presbiterio de la iglesia del Espíritu Santo.
El templo consta de tres naves, siendo la central de mayor altura. El presbiterio, rectangular, se sitúa tras una escalera de granito, que lo separa del resto de la iglesia. A lo pies del templo se encuentran los salones parroquiales y el despacho parroquial. En ambos lados de la fachada hay sendas cristaleras, que contienen una cruz en un cristal de tono más oscuro que el fondo. Además, sobre la puerta consta el título de la iglesia («Buen Pastor») y, sobre todo ello, un espacio triangular que albergó una campana cuando la iglesia fue consagrada, retirada poco después. Remata la fachada una cruz.
El 1 de febrero de 1969 a las 18:00 horas el Obispo presidió la eucaristía que consagró el altar de la nueva iglesia del Buen Pastor ante un templo lleno de fieles y la presencia de autoridades civiles, judiciales, militares y eclesiásticas.
Entre esas autoridades destacaron, por citar algunas, el Alcalde de la ciudad en funciones, el presidente de la Excma. Diputación Provincial de Cáceres y representante del Gobernador Civil de la provincia, el Presidente de la Audiencia Territorial de Cáceres, el Coronel Jefe del Centro de Instrucción de Reclutas n.º 3 de Cáceres y representante del Gobernador Militar de la Plaza y Provincia, el Padre Provincial de los jesuitas y un representante del Patronato de la Asociación Benéfico-Constructora «Virgen de Guadalupe».
Desde entonces constituye el centro de culto de referencia del barrio de Llopis Ivorra y depende de la demarcación parroquial del Espíritu Santo. En el templo del Buen Pastor se ofician las misas de diario, de vísperas y de festivos, encuentros de oración y se administran sacramentos. En el templo del Espíritu Santo se celebran las misas de vísperas y de festivos y también se administran sacramentos, además de otros cultos.
Tras un período en el que D. Juan Manuel Cuadrado Ceballos administró interinamente la Parroquia por renuncia del anterior Párroco en el mes de marzo de 1969, el 17 de junio de 1969 fue nombrado Ecónomo de la misma D. Florencio Serrano Corchero. El 24 de junio de 1969 fue nombrado Coadjutor D. Antonio Rosado González.
Son cientos los cacereños que han sido bautizados, han hecho su Primera Comunión, se han confirmado, han contraído matrimonio o han sido celebradas sus exequias en los templos de la Parroquia del Espíritu Santo desde que fue erigida. Cabe señalar que, durante varios años, se inscribían en la Parroquia las partidas de bautismo de los niños que recibían este sacramento en la Capilla del Hospital San Pedro de Alcántara.
El 1 de octubre de 1973 fue nombrado Coadjutor D. Julián Díaz Lucio. D. Jesús Acedo Fernández fue nombrado Coadjutor el 15 de marzo de 1979.
Durante quince años D. Florencio Serrano Corchero fue Ecónomo de la Parroquia del Espíritu Santo, hasta que el 1 de diciembre de 1984 fue nombrado Párroco este mismo sacerdote.
El 9 de febrero de 1988 la Asociación Benéfico-Constructora «Virgen de Guadalupe» cede a la Diócesis de Coria-Cáceres, gratuitamente y ante notario, el pleno dominio de la propiedad del inmueble de la iglesia del Buen Pastor.
Más tarde, el 1 de septiembre de 1998, son nombrados Párrocos in solidum D. Francisco Delgado Pulido y D. Marcelino Marchena González, cesando D. Florencio Serrano. D. Pablo José Galán Mañanas fue adscrito a esta Parroquia el 13 de octubre de 2000.
El «Proyecto Trébol»
El 2 de diciembre de 2005 se firmó un acuerdo de pastoral conjunta entre tres parroquias de la zona sur de la ciudad (las Parroquias del Espíritu Santo, de Nuestra Señora de Guadalupe y de la Sagrada Familia). Nuestra Señora de Guadalupe y Sagrada Familia son dos parroquias cuya erección supuso la asunción de población que anteriormente pertenecía a la del Espíritu Santo.
En el documento se lee la función principal del acuerdo: «dar impulso a un nuevo tipo de pastoral mucho más comunitario, corresponsable y misionero que nos lleve a formar comunidades vivas, fraternas y orgánicas», tal y como proponía el Plan Pastoral Diocesano 2001-2006. Conocido como «Proyecto Trébol», el nombre de esta unidad pastoral es el de «Santísima Trinidad». Son numerosos los actos, cultos, convivencias, charlas, retiros, exposiciones, encuentros y actividades diversas las que se han organizado siguiendo esta Zonal Trébol.
La vida parroquial
En 2008 la Parroquia celebró el cincuentenario del decreto de erección parroquial bajo el lema de «1958-2008: Cincuenta años anunciando el Evangelio» con un programa de actos entre los que se encontraban un triduo al Espíritu Santo, una exposición fotográfica sobre la vida de la Parroquia, un rastrillo benéfico, una conferencia sobre la historia de la Parroquia a cargo de D. Luis Jesús Jiménez Pulido (Mayordomo de la Cofradía de 2005 a 2008), un día de convivencia en el campo, una misa para todos los difuntos de la Parroquia y una Eucaristía de clausura presidida por D. Francisco Cerro Chaves, Obispo de Coria-Cáceres.
En 2011 falleció uno de los dos Párrocos in solidum, D. Marcelino Marchena González, y la Parroquia fue regida únicamente por D. Francisco Delgado Pulido durante un año. El 10 de junio de 2012 fue nombrado Párroco in solidum D. Jesús Moreno Ramos, que ejerció junto a D. Francisco Delgado algo más de un año. El 17 de septiembre de 2013 D. Ángel Martín Chapinal fue nombrado Párroco in solidum junto con D. Francisco Delgado, cesando D. Jesús Moreno.
Durante el año 2019 la Parroquia del Espíritu Santo conmemoró el sexagésimo aniversario de su erección parroquial. Una de las iniciativas que se puso en marcha fue la reivindicación del lugar privilegiado que ocupa el templo del Espíritu Santo junto a la Vía de la Plata, en el Camino de Santiago.
Durante años ha habido un flujo continuo de peregrinos que se acercan a la iglesia del Espíritu Santo, y es por ello por lo que la comunidad parroquial, viendo esta realidad, decidió ofrecer un servicio de atención, acompañamiento y sellado de credenciales a los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela por la romana Vía de la Plata a su paso por Extremadura y, concretamente, por Cáceres, manteniendo la iglesia del Espíritu Santo abierta diariamente con la ayuda de voluntarios. Se dispone de un sello especial para las credenciales, de dípticos informativos y de un Libro del Peregrino. El 4 de junio de 2019, durante los actos de conmemoración de Pentecostés, se inauguró esta iniciativa con la apertura de la puerta del templo del Espíritu Santo para este fin; el 18 de febrero de 2020 comenzó la apertura diaria de la iglesia parroquial para tal fin.
Además, también en 2019 se celebraron las bodas de oro de la consagración de la iglesia del Buen Pastor. Se diseñó un logotipo conmemorativo. Para celebrar el quincuagésimo aniversario, la Parroquia organizó diferentes actos entre noviembre de 2019 y mayo de 2020 bajo el lema «50 años en tu vida»: la colocación de una pancarta con una imagen de Jesús como buen pastor, el lema del aniversario y el logotipo en la fachada de la iglesia del Buen Pastor; la bendición y colocación del nuevo cuadro de El Buen Pastor en el presbiterio de la iglesia del Buen Pastor, pintado por D. Andrés Jesús Sánchez Marcos (Marcos de Obregón); una exposición que contenía la historia de la Diócesis de Coria-Cáceres y sus arciprestazgos, algunos elementos litúrgicos y cultuales de la Parroquia (casullas, una capa pluvial, el primer sagrario de la iglesia del Buen Pastor, cálices, copones, patenas, misales, vinilos, casetes con música sacra, cuadros y más de doscientas fotografías de la vida parroquial y de la iglesia del Buen Pastor (así como de los barrios de Llopis Ivorra y del Espíritu Santo) de los últimos cincuenta años); una mesa redonda titulada «¡Así comenzó mi barrio!» sobre la situación de la barriada en las décadas de los años 1950 y 1960, y la ponencia «Llopis Ivorra: de niño obrero a obispo constructor» a cargo de Dña. María del Carmen Fuentes Nogales, Directora del Archivo Histórico Diocesano de Coria-Cáceres.
Tras renunciar a su cargo de Párroco in solidum del Espíritu Santo por cumplir la edad de setenta y cinco años, tal y como exige el Código de Derecho Canónico (canon 538 § 3), D. Francisco Delgado Pulido cesó como Párroco titular y fue nombrado, el 11 de diciembre de 2019, Párroco Emérito del Espíritu Santo. El 29 de junio de 2022, D. Jonny Pereira Socas fue nombrado Párroco in solidum del Espíritu Santo junto con D. Ángel Martín.
Con motivo del primer centenario de su coronación canónica, la imagen de Nuestra Señora la Santísima Virgen de la Montaña, Patrona de Cáceres, visitó algunas de las parroquias y centros asistenciales y sociales de la ciudad. En el marco de esa efemérides, contextualizadas en un Año Jubilar concedido por la Santa Sede, la Virgen de la Montaña permaneció en la iglesia parroquial del Espíritu Santo del 6 al 10 de septiembre de 2024. Llegó en procesión desde el Hospital San Pedro de Alcántara y su paso fue portado por hermanos de nuestra Cofradía durante un tramo que previamente se había solicitado. Además de actos lúdicos, devocionales y sacramentales, el culto principal fue la celebración de un Solemne Triduo a la Santísima Virgen de la Montaña en los días centrales. La presencia de la Virgen de la Montaña supuso una renovación de la devoción mariana y una exaltación de fervor alrededor de la Patrona de Cáceres que se demostró mediante la concurrencia masiva de fieles durante toda la estancia de la imagen en el templo.
Al amparo de la Parroquia del Espíritu Santo desarrollan su actividad varios grupos, que conforman la Comunidad Parroquial del Espíritu Santo y que están orgánicamente representados en el Consejo de Pastoral Parroquial. La existencia de diferentes grupos apostólicos queda referenciada en el Libro de Actas de Visitas Pastorales de la Parroquia del Espíritu Santo, abierto el 27 de enero de 1960. Así, algunos de estos colectivos que formaron parte de la Parroquia y ya no continúan su actividad son los siguientes: la Juventud Femenina de Acción Católica (que empezó en la Parroquia en 1959), la Cofradía de la Doctrina Cristiana (asociación eclesial de formación erigida en 1961 al amparo del canon 711 § 2 del Código de Derecho Canónico de 1917, que la agregaba automáticamente a la archicofradía del mismo nombre de Roma), la Conferencia de San Vicente de Paúl en su rama femenina (vicencianas) de 1964 a 2024, la Hermandad Obrera de Acción Católica, los cursillistas, la Legión de María, la Reparación Infantil Eucarística (RIE) de la Unión Eucarística Reparadora (UNER), la Juventud Eucarística Reparadora (JER) de la Unión Eucarística Reparadora (UNER), la Conferencia de San Vicente de Paúl (desde 1964) en su rama masculina (vicentinos), un centro de cultura, los grupos de matrimonios, un grupo de Renovación Carismática Católica y el grupo de oración y formación «Jesús nuestro centro», fundamentalmente.
Sin embargo, existen en la actualidad los siguientes grupos: la Pontificia y Real Cofradía del Espíritu Santo, Santísimo Cristo del Humilladero y Nuestra Señora de la Encarnación (desde 1493 en la ermita y en la Parroquia, por lo tanto, desde su erección), las Misioneras Eucarísticas de Nazaret (MEN) de la Unión Eucaristía Reparadora (UNER) (desde 1973), las Marías de los Sagrarios, los Grupos de Catequesis, el Movimiento Junior de Acción Católica, el Grupo «Galilea» de la Unión Eucaristía Reparadora (UNER) (un grupo de oración y formación de mayores), el Grupo de Limpieza, el Grupo de Liturgia y la Cáritas Parroquial del Espíritu Santo, todos coordinados por el Párroco.
La Parroquia del Espíritu Santo ha sido objeto, en cinco ocasiones, de Santa Visita Arciprestal, realizada por D. Elías Serradilla Vegas, Arcipreste de Cáceres, el 27 de enero de 1960, el 10 de enero de 1963, el 5 de abril de 1965 y el 14 de julio de 1969, y por D. Vicente Castro Barrios, Arcipreste de Cáceres, el 9 de febrero de 1971. Por otro lado, ha recibido la Santa Visita Pastoral de cuatro Obispos de Coria-Cáceres: de D. Manuel Llopis Ivorra el 6 y 7 de mayo de 1961, el 20 y 21 de mayo de 1967, el 23 de octubre de 1971 y el 16 y 17 de mayo de 1975; de D. Jesús Domínguez Gómez del 21 al 24 de enero de 1982 y del 9 al 11 de febrero de 1989; de D. Ciriaco Benavente Mateos el 27 de febrero y el 1 de marzo de 1998, y de D. Francisco Cerro Chaves el 28 de enero de 2011.
Los Párrocos del Espíritu Santo
La ermita del Espíritu Santo perteneció a la demarcación de la Parroquia de San Mateo hasta 1959, cuando fue erigida la Parroquia del Espíritu Santo. Desde entonces ha tenido los siguientes Párrocos, los cuales han desempeñado, igualmente, la función de Director Espiritual de la Cofradía, tal y como les corresponde:
1958-1969 | Antonio Suárez Madruga |
1969-1984 | Florencio Serrano Corchero (Ecónomo) |
1984-1998 | Florencio Serrano Corchero |
1998-2019 | Francisco Delgado Pulido |
1998-2011 | Marcelino Marchena González |
2012-2013 | Jesús Moreno Ramos |
2013- | Ángel Martín Chapinal |
2022- | Jonny Pereira Socas |